En esta ciudad, una de las más bellas de España y que convoca multitudes, los ritos de la celebración pasional, es algo que no deberíamos dejar de ver.
En Sevilla, Andalucía, se percibe en el aire algo difícil de ignorar. Este sentimiento excede, la fe. Por estos días, más especialmente en las noches, cuando circular por las calles de esta ciudad andaluza se vuelve una tarea difícil. Semana Santa en Sevilla, es una de las más importantes de España y el mundo.
Las celebraciones comienzan antes, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. En estos dias las procesiones y los pasos que cargan imágenes religiosas ocupan de lado a lado las calles. Se pueden escuchar por todos lados las saetas, que son los lamentos hechos canción, algo tan típico del flamenco.
Los desfiles de Semana Santa, se realizan en casi toda Andalucía desde el siglo XIII, los protagonistas son cofradías y hermandades religiosas, estas agrupaciones de ciudadanos que adscriben a un parroquia, albergan a las imágenes que participaran de la procesión. Cada una de estas cofradías tiene dos pasos, primero representan a Jesús en la cruz o en otra escena de la Pasión y en un segundo paso, a la Virgen. Las más querida y popular es la Virgen de la Macarena, su imagen es sacada en procesión en una especie de plataforma hiperdecorada, en plata, cubierta de flores y velas blancas. Recorren el trayecto que va desde la Basílica de la Macarena hasta la Catedral de Sevilla, a su paso la gente la homenajea diciéndole piropos. El más escuchado es, ¡guapa!
Impresiona ver, durante las procesiones sevillanas, a los hombres que desfilan delante de los pasos. Son los nazarenos, su imagen se asocia con el miedo. Van descalzos o en sandalias, visten una blanca y larga túnica, cubren sus cabezas con largos gorros puntiagudos. Cada hermandad tiene sus colores, por lo que los nazarenos pueden ser blancos, negros, rojos o violetas. Cada paso desfilará un día de la semana. Las procesiones parten desde cada parroquia, recorren el circuito oficial volviendo al punto de partida. Este recorrido no es corto, pueden pasar en la calle ocho horas o más.
Semana Santa en Sevilla, puede parecernos demasiado solemne y hasta oscura, no debemos olvidarnos que en Andalucía es primavera y los que están en sus calles fervorosos, también se lanzan a los bares de “tapas” para beber un buen jerez y cerveza, en tanto esperan el turno de su imagen. En la madrugada en que se espera a la Macarena y a la Virgen Esperanza de Triana, se lo hace bebiendo chocolate con churros.
La Semana Santa se remonta al siglo XVI, cuando la iglesia en su cometido de acercarse a la gente, encargo a los mas diestros artesanos barrocos de aquel entonces, la construcción de las hermosas tallas en madera que aun viajan en cada paso.
Durante la misma noche se podrá apreciar la talla del Cristo de los Gitanos, que pasara rodeado de silencio, muy cerca de el, la gente le gritara a la Virgen de Triana o de la Macarena.
Sevilla, por esos dias parece enloquecer, llegan a salir hasta sesenta cofradías. Las estrechas calles de la ciudad no tienen cabida para un alfiler más. El circuito diseñado comienza en la plaza de Campana, sigue por la calle Sierpes, luego la plaza San Francisco, avenida de la Constitución terminando en la Catedral donde, realizaran la “Estación de Penitencia”.