En Guarujá, un hotel cinco estrellas de sorprendente diseño y servicios de jerarquía, nos esta esperando entre morros y el mar.
La Isla de Guarujá, sus verdes y rocosos morros, sus 23 kms de playas y altísimos edificios sobre las arenas de Pitangueiras, amanece con una niebla tan espesa que apenas alcanzamos a divisar el limite del balcón de la habitación donde nos alojamos.
A solo una hora en auto desde San Pablo, la ciudad es el destino elegido por los paulistas para disfrutar de sus vacaciones. Tuvo su boom arquitectónico en 1945 y gran parte de la década del 50, que transformo su centro en un conglomerado de edificios. En época de cruceros sabe recibir hasta 5.000 visitantes al día, que bajan de sus naves dispuestos a devorarse las playas y su vida.
En temporada baja los surfistas son los dueños de las olas y las arenas. Alcanza con correrse hacia las playas de Enseada donde el paisaje resulta mucho más amable con la naturaleza de la costa. Las casas, de varios miles de dólares, algunas pertenecen a varios famosos de la TV brasileña y O Rey Pelé, que vive en Santos, también tiene su refugio por estas playas.
De suaves colores
Ubicado en la playa de Pernambuco, el Sofitel Jequitimar Guarujá seduce. Ya desde la recepción se invita al huésped a realizar el check in desde cómodos sillones. Esta playa, una de las más exclusivas de la paulista ciudad litoraleña deja ver y sentir el olor del mar.
El hotel abrió sus puertas en diciembre de 2006, con 302 habitaciones que están ocupadas con el 100 por ciento, es el primero de la cadena Sofitel en Brasil. Sus fuentes de agua, su mobiliario moderno, cómodo, acogedor, impactan. Sus habitaciones se dividen en seis categorías, cuentan con TV plasma, DVD, Internet de banda ancha y Wi-Fi. Para destacar: La Suite Imperial, tiene 400 metros cuadrados Y piscina propia.
Decir que las camas son cómodas es faltar a la verdad. Bajo el concepto My Bed, las habitaciones hacen ostentación de camas que garantizan confort, suavidad y soporte de un colchón de 27 cms., cubre colchón de plumas que se adapta a la forma de nuestros cuerpos y unas almohadas extraordinarias.
Aquí en el Sofitel, la gastronomía tiene más de una propuesta. El restaurante Les Epices, de la mano del chef Marc Le Cornec, ofrece exóticos platos mezcla de influencias de la cocina francesa con toques de la cocina mediterránea y brasileña.
Los niños de 0 a 12 años tienen en el Kids Club su rincón de lectura, sala de TV, teatro y un camarín de disfraces, exclusivo comedor con el mobiliario a su altura, rincón para música, salas de pintura y cerámica y una isla de edición y redacción periodística.
La joya del hotel es Le Spa, el espacio del bienestar para el cuerpo, con tratamientos faciales, masajes de relax junto a lo mejor de la cosmética francesa. Aquí, se da protagonismo a la naturaleza, a sus sonidos, la vegetación, al agua y el mar, que es lo que hemos ido a buscar.