La Via Venetto de Roma, Arbat de Moscú, la Rue de Rivoli de Paris o en Buenos Aires, la Av. Corrientes, identifican a la ciudad en el mundo.
Cuando camino por las calles creo ver en cada una de ellas detalles característicos que sintetizan la personalidad de la ciudad. No puedo dejar de pensar en lo que a grandes rasgos sustituye la parte y define a través de un objeto el todo. De no existir la Av. Corrientes seguramente Buenos Aires no seria lo mismo al igual que Madrid sin la Gran Vía. Algunas calles no son bellas solo para transitarlas, admirar sus edificios o el paisaje de su entorno. Son, la ciudad en si mismo, resumida en algunos cientos de metros.
Moscú, es una ciudad que para abarcarla debemos internarnos en la calle Arbat, la primera calle peatonal de la ciudad. Arbat, se extiende por unas 15 cuadras y en su trayectoria podremos presentir un mundo de sensaciones. En esta calle se respira bohemia, toda la bohemia de Moscú. Se puede conocer la casa museo del poeta ruso “Pushkin” y evocar su poesía. En su recorrida nos encontraremos con escenas circenses de algún artista en busca de una moneda, retratistas y un sinfín de personajes callejeros. Actualmente, Arbat, es una calle convertida en un gran mercado. Grandes tiendas con las más inimaginables de las mercancías. Souvenirs, animales, jeans. Sus tiendas más modestas, exhiben en las vidrieras “mamushkas” engalanadas con mantillas y chales.
La Via Venetto, fue el escenario donde Marcello Mastroianni, se movía el personaje que interpreto en “La Dolce Vita”, aquel reportero desfachatado. Su director el gran Federico Fellini, que no había nacido en Roma, pero fue la ciudad donde vivió 50 años, dijo alguna vez “Roma me ha creado y yo la recreo como en un juego de espejos”. Actualmente perduran dos cafés, lugares emblemáticos de la Via Venetto: el Paris y el Doney. El Hotel Excelsior, sigue esperando en la Via Venetto, el regreso de Anita Ekberg (Silvia), después de su recorrida nocturna por la ciudad junto a Marcello Mastroianni. Nos sentiremos impresionados al ver el nombre de los negocios de moda más famosos y caros del mundo.
Si estamos de recorrida por Paris, en la Rue de Rivoli, podemos encontrar un resumen de la ciudad capital de Francia. El paseo de esta calle de recovas que empezó a ser construida en el año 1797 como el testimonio de la victoria de Napoleón sobre los austriacos, comienza donde esta levantada la dorada estatua que recuerda a Juana de Arco. El paso de los años trajo los cambios: la calle de elegantes edificios neoclásicos, paso de ser el escenario de las victoriosas marchas a convertirse en refugio de tiendas de lujo, cafés y librerías. Lejos de aquella estética inicial, Agustín Meurice en 1817 crea el hotel que lleva su nombre. Se mudo en 1835 al actual 228 Rue de Rivoli, supo hospedar a la reina Victoria, Coco Chanel, Franklin Roosevelt, Ginger Rogers y Pablo Picasso, quien en los salones del hotel celebro sus boda con Olga Koklova.
En Buenos Aires, la Av. Corrientes (la calle que nunca duerme) paso de ser angosta a ancha, supo de largos periodos de decadencia en concordancia de los avatares padecidos por el país en los últimos años. Sus marquesinas de neón, los típicos cafés porteños y las librerías, es como el corredor de ritos de los porteños.
Sus antiguos bares reciclados, las luces, los teatros y, las pizzerías, conjugan la trama identificadora de esta avenida tan característica quizás la más tanguera de las arterias porteñas. En la cuadra del 1300, entre las cales Uruguay y Talcahuano, encontraremos dos placas recordando al gran autor de tangos Enrique Cadícamo y a la querida Tita Merello actriz dramática e interprete de un estilo tanguero muy particular. En el frente de la pizzería Los Inmortales se levanta la figura del zorzal criollo Carlos Gardel. Por esta pizzería supo pasar toda la leyenda tanguera de la ciudad. Frente a ella, tenemos otro clásico de la pizza pero algo más popular, Güerrín.
bueno las historias esta muy buena lo digo porq no me gustad leer poreso digo q es bueno buajajajajajajajajajajajajaja